Doctora Laura Ricaurte Gracia

Una hernia discal es una alteración en los discos intervertebrales

Los discos son como cojines entre cada vértebra que absorben la energía por fuerza de compresión axial, ofrecen estabilidad postural, ayudan a la propiocepción y permiten el movimiento de la columna.

Cada disco tiene dos partes, una en el centro que se llama núcleo pulposo y una externa que lo rodea y es más duro que es el anillo fibroso (formada por colágeno). Las hernias se presentan cuando se rompe el anillo fibroso y permite la salida del núcleo.

Con el paso de los años, los discos pueden deshidratarse, abombarse o incuso romperse y cómo es de esperar, pero no siempre, todo esto puede generar dolor (pueden comprimir o irrirtar una o varias estrructuras vecinas, como las raíces nerviosas y causar inflamación local).

Aunque esto puede ocurrir en cualquier parte de la columna, lo más frecuente es en la parte baja, o sea en la región lumbar.

El dolor generado habitualmente empieza en la columna y puede irradiarse por el territorio del nervio afectado. Característicamente el dolor es como una quemadura (urente), corrientazo, hormigueo, alfileres dolorosos, también puede presentar debilidad o adormecimiento en las áreas comprometidas.

¿Cómo se diagnostica?

Con la clínica del paciente y un examen físico detallado.

Las imágenes son importantes para correlacionar la clínica con los hallazgos reportados. Pero las hernias no siempre duelen! 70% de las personas tenemos hernias y esto no siempre es doloroso y por otro lado, la mayoría de hernias involucionan solas (se hacen pequeñas con el paso de los años).

Ahora bien, si la hernia si causa dolor entonces nos toca mirar cómo es el dolor, que tan intenso se vuelve y como repercute en tu vida.

¿Cómo se trata?

El tratamiento, como siempre, es multimodal.

  • Tratamientos no farmacológicos como la terapia física y la rehabiltación. La mayoría de pacientes mejora con esto
  • Farmacológicos en los que usamos medicamentos dirigidos al dolor (según las características)
  • Intervencionismo: bloqueos. Estos sirven tanto de diagnóstico, cuando queremos identificar la fuente exacta del dolor y como tratamiento para ¨dormir¨ la estructura que duele.

El tipo de procedimiento depende de lo que sospechemos y de la clínica que presentes.

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