Las causas varían dependiendo del tipo de cefalea que se presente, por ejemplo las migrañas se asocian a vasodilatación cerebral y las cefaleas tensionales a espasmos musculares de músculos del cuello.
Idealmente se debe hacer un diagnóstico preciso para enforcar el tratamiento.
¿Cómo se diagnostica?
Con la clínica y la descripción de síntomas del paciente podemos darnos una idea de qué es lo que pasa y como podemos enfrentar el dolor.
En ocasiones hacemos imágenes cerebrales para descartar causas secundarias o descartar patologías asociadas que expliquen los síntomas.
¿Cómo se trata?
Existen opciones farmacológicas y no farmacológicas, el empleo de cada una depende del tipo de dolor de cabeza. También hacemos intervenciones como bloqueos o radiofrecuencias cuando se encuentra un desencadenante claro del dolor.
Entre las técnica nos farmacológicas tenemos
Estar bien hidratado.
Evitar desencadenantes: algunos pacientes identifican que comer muchos productos dulces, ayunos prolongados, estar mucho tiempo al sol puede generar dolor. Evitar esos estímulos es uno de los primeros pasos para evitar la cefalea.
Comer bien y a horarios regulares: mantenerse bien alimentado (ojo! Solo lo justo y necesario) mantiene saludable el cuerpo y esto evita el dolor, no solo de cabeza, sino de otras estructuras.
Dormir bien: paciente que duerme, mejora el dolor!. Esto es muy cierto, el dormir permite que tu cuerpo descanse y se recupere. Las horas de sueño son importantes.
Actividad física: el ejercicio es tan eficaz como una pastilla y no tiene costo, al mismo tiempo ofrece otros beneficios y no tiene riesgos.
Tratamientos farmacológicos:
Antiinflamatorios
Antidepresivos
Anticonvulsivantes
Procedimientos intervencionistas:
Bloqueos nerviosos
Bloqueos de ganglios (gasser o esfenopalatino)
Radiofrecuencias – después de un bloqueo diagnóstico positivo
Mira en la sección de tratamientos procedimientos de cabeza y cara para más información.