Doctora Laura Ricaurte Gracia

Radiofrecuencia

La Radiofrecuencia es una herramienta para tratar el dolor, su tasa de éxito es cercana al 80% y como los bloqueos es ambulatorio y mínimamente invasivo, también se hace en una sala de cirugía con todas las medidas de higiene y con el paciente monitorizado (vigilando los signos vitales).  

Se hace después de haber obtenido una respuesta positiva (disminución del dolor) con un bloqueo previo (o bloqueo diagnóstico).  

¿Cómo funciona?

Consiste en la aplicación de corriente (con alta frecuencia) a través de una aguja que va por una cánula (que aisla toda la aguja) dejando sola la punta (parte activa) expuesta para generar calor. Este calor es el que produce la acción terapéutica permitiendo “destruir” o “modificar” la estructura molecular de los nervios implicados en la aparición de dolor.  

Podemos ajustar todas las variables del procedimiento como el tiempo, frecuencia de las ondas, temperatura y energía, controlando así el efecto final.  

La radiofrecuencia puede aplicarse en nervios periféricos y ganglios sensitivos o autonómicos. Su gran utilidad radica en un alivio del dolor por tiempo más prolongado.  

Hay diferentes tipos de radiofrecuencia, cada una tiene indicaciones precisas. Escoger una dependerá del tipo de dolor y factores del paciente.

  • Convencional, contínua o térmica.
  • Pulsada
  • Bipolar
  • Enfriada