La definición de dolor se hizo por primera vez en 1979 y después de 40 años, el Grupo de trabajo IASP (International Association for the Study of Pain por sus siglas en inglés) elaboró la definición revisada (en el 2020), junto con seis notas, para transmitir mejor los matices y la complejidad del dolor con la esperanza de que conduzca a una evaluación y manejo más adecuado de los pacientes, permitiendo una visión más humana.
El dolor se define como “Una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con, o similar a la asociada con daño tisular real o potencial”, y se amplía al agregar seis notas clave y la etimología de la palabra dolor:
El dolor es siempre una experiencia personal que está influenciada en diversos grados por factores biológicos, psicológicos y sociales.
El dolor y la nocicepción son fenómenos diferentes. El dolor no puede ser definido únicamente de la actividad en las neuronas sensoriales.
A través de las experiencias de vida, las personas aprenden el concepto de dolor.
El informe del dolor de una persona debe ser respetado.
Aunque el dolor generalmente tiene una función adaptativa, puede tener efectos adversos sobre la función y el bienestar social y psicológico.
El reporte verbal del dolor es solo una de varias conductas que pueden expresar dolor. La incapacidad para comunicarse no niega la posibilidad de que un humano o un animal experimente dolor.